“Que triste, se oye la lluvia, en los techos de cartón…, que lejos pasa la esperanza, en las casas de cartón”

Son versos de una canción del músico venezolano Alí Primera y vienen a nuestra mente a la hora de valorar la negativa del Partido Popular a dedicar un dinero para paliar los daños producidos por la emergencia ocasionada por el terremoto en Perú. Nos acercan al sufrimiento de aquellas personas que lo perdieron todo con el seísmo, todo salvo la esperanza de poder mejorar y de encontrar el apoyo solidario de tantas instituciones que lejos o cerca saben que compartir beneficia a todos.
Sin embargo, el Partido Popular de Villena, manejando argumentos como las dificultades técnicas para cobrar los proyectos, dificultades que se supieron superar para conceder la ayuda de 12.000 euros para una corrida de toros, prefiere cerrarse a la propia realidad del presupuesto local que contempla una partida todavía con fondos para emergencias de este tipo y no escuchar la llamada al corazón que el dolor ajeno provoca. Desde esa cerrazón votan NO a otorgar una ayuda de emergencia a un pueblo para España cercano, apartándose del sentimiento solidario de nuestra ciudad, seguramente también contra el sentir de una gran parte de las personas que les votaron y que, eligiendo una opción conservadora para el gobierno de la ciudad, no vuelven la espalda a las necesidades urgentes de quienes sufren.

Seísmo ahora, maremoto, inundación, guerra. Es la oscuridad sobre la vida de personas, comunidades y regiones enteras. Es lamento o laceración, es hambre que desgasta y permite primero el llanto para después envolver el cuerpo en lágrimas y debilidad que impide incluso el gemido.

No es mucho 12.000 euros, no si lo comparamos con los 31.000 millones de la deuda externa de Perú que, varias veces pagada, sigue creciendo. El 28% del presupuesto de ese país se dedica al pago de deuda externa en detrimento de los gastos en educación, salud o infraestructuras. Pero además, está demostrado que la solidaridad está siendo al revés. Por cada euro en ayuda al desarrollo que ofrecen los países ricos vuelven a ellos 2,4 euros, creciendo siempre el abismo de la pobreza.

Era el momento de acercarse a la vida, no de presuponer dobles intenciones en la moción. Acompañar a quienes en medio de la noche sienten una ola de esperanza y ansia de vivir, hubiera sido una hermosa oportunidad. El Partido Popular ha renunciado a ella, tal vez aferrado a la nube que su mayoría les da. O, posiblemente, mostrando su rostro real, el más neoliberal, ese que, como publicó el DOGV en agosto, desvía 33 millones de euros de Cooperación Internacional y los destina a la Copa América y a propaganda internacional. Ese que elimina de Punt 2 el programa “Solidaris”, ventana de expresión para quienes creen en Otro Mundo posible.

El dolor de cerca y lejos nos interpela, pide que algo cambiemos en nuestra vida y en nuestra política. Pide participación y acompañamiento. Villena puede hacerlo aunque diga que no el PP.

Fdo: Catalina Hernández y Javier Esquembre. Concejales Grupo Municipal Verde